Durante cuatro siglos, generaciones de artesanos han fabricados barcos de carga a mano muy apreciados por los comerciantes para transportar mercancías a lo largo de las antiguas rutas comerciales del Océano Índico que enlazan Asia a Oriente Medio y África.
De los pocos barcos todavía en construcción, se sigue utilizando herramientas tradicionales para cortar y dar forma a los tablones de sal, una madera dura nativa de Asia del Sur.
Hoy en día, la mayoría de los constructores de Mandvi se han tenido que reconvertir
debido a una restricción impuesta por la Dirección de Navegacíon Marítima en
el 2010 a los pequeños barcos de carga y de vela con motor, poco después de
que los piratas somalíes capturaron ocho barcos en las aguas del Mar Arábigo y casi 100 miembros de la
tripulación.
Por los que quedan, competir por la prohibición soló con los países del Golfo como Irán e Irak, donde
los puertos reciben a gigantescos buques portacontenedores ya no es rentable.
Un futuro totalmente incierto espera a estos últimos artesanos y sus barcos de carga hecho a mano.